La ley islámica, también conocida como Sharia, aborda el matrimonio y el divorcio de la siguiente manera:
Matrimonio:
1. Consentimiento: Ambas partes deben dar su consentimiento libre y pleno.
2. Capacidad: Los contrayentes deben tener la capacidad mental y legal para contraer matrimonio.
3. Ausencia de impedimentos: No deben existir impedimentos legales, como parentesco cercano o matrimonio anterior no disuelto.
4. Testigos: El matrimonio debe ser testificado por dos testigos varones o un varón y dos mujeres.
5. Dote (Mahr): El novio debe pagar una dote a la novia, que es un derecho de ella.
Divorcio:
1. Khula: La mujer puede iniciar el divorcio, renunciando a su dote o pagando una compensación.
2. Talaq: El hombre puede pronunciar el divorcio, pero debe esperar tres meses para confirmar.
3. Arbitraje: En caso de disputa, se recomienda la mediación de árbitros para resolver el conflicto.
4. Divorcio judicial: Los tribunales pueden disolver el matrimonio en casos de abandono, abuso o incumplimiento de obligaciones.
Es importante destacar que la Sharia permite el divorcio, pero lo desalienta, ya que se considera un último recurso. El objetivo es preservar la familia y promover la reconciliación.